Actualmente tenemos consultantes Argentinos e hispanohablantes que se encuentran viviendo en distintos puntos del mundo. Muchos de ellos tenían su terapia, asistían aquí en Argentina a sus sesiones pero al mudarse continuaron sus tratamientos de manera online. Otros donde sus agendas impedían coordinar un horario por el traslado dentro de la ciudad, tener sesiones virtuales fue un medio para no tener que suspenderlas. Actualmente la mayoría de nuestros consultantes son personas que viven fuera del país que al toparse con diferencias culturales, idiomáticas, altos costos en los otros países donde residen nos contactan para coordinar un encuentro. Hemos llegado a todos los continentes gracias a lo efectivo de éste modo virtual y la flexibilidad que ofrece en términos de horarios y disponibilidad de terapeutas para encontrar quién se ajusta mejor a necesidades y preferencias. En la era digital en la que vivimos, muchas personas se sienten cómodas con la tecnología y están familiarizadas con las videollamadas y las plataformas en línea. Para estos pacientes, la terapia virtual puede parecer una opción natural y familiar, lo que hace que la modalidad virtual sea atractiva y fácil de adaptar.